5 Mitos en nutrición y deporte que pensabas que eran reales hasta ahora

6 abril 2017

1. Si tengo problemas de espaldas debo nadar

 

Depende. Es cierto que la natación es uno de los deportes menos lesivos que existen siendo altamente efectivo para fortalecer la musculatura de la espalda. Dada la ingravidez que proporciona el medio, el cuerpo no sufre impacto y se practica sin dolor ni sudor.

Los traumatólogos la recomiendan como tratamiento para problemas como escoliosis lumbares, hernias discales y para ayudar a paliar el dolor en enfermedades degenerativas como la osteoporosis o artrosis.

Pero, ¿cómo debemos nadar? ¿Nos apuntamos a la piscina cubierta y nadamos a crol sin más? La respuesta es NO. La natación en si no es efectiva para los problemas de espalda, lo es una natación y ejercicios específicos enfocados a una dolencia concreta y bajo la supervisión de un experto ya que una mala técnica puede llegar a empeorar el problema.

 

2. Si no sudo no adelgazo

 

Esta es una de las creencias más extendidas. Todavía hoy en día se cree que por sudar mucho se va a perder más peso y por tanto muchos recurren a fajas, prendas impermeables, incluso se envuelven el abdomen con film transparente para sudar más. Hacer esto no sólo no adelgaza, sino que puede ocasionar desmayos y en casos extremos la muerte.  La pérdida de peso es momentánea y en cuanto se reponen líquidos el peso vuelve a aumentar

Aquí lo importante no es perder 3 kilos de agua, sino de grasa.  El beber agua antes, durante y después del ejercicio es altamente recomendable.

 

3. ¿Puedo perder peso solamente donde me interesa?

 

La respuesta es no. Aunque bien es cierto que los ejercicios específicos ayudan a moldear la zona que queremos definir, si perdemos 3 kg no serán donde realmente queremos perderlos. Entonces, ¿por qué almacenamos más grasa en unas zonas que en otras? Factores genéticos, hormonales e incluso morfológicos son algunas de las causas de que acumulemos más grasa en unas zonas que en otras.

En definitiva, aunque el mercado esté lleno de productos que aseguren poder hacer desaparecer la grasa localizada lo cierto es que esto es imposible de lograr.

 

4. La ingesta de hidratos durante el día engorda menos que por la noche

 

Los carbohidratos no están de moda. Mucha gente incluso los suprime de sus vidas cuando decide ponerse a dieta, o solamente los come durante el día porque cree que engordan menos que por la noche. Pero, ¿cómo quema energía el cuerpo mientras dormimos?  La tasa metabólica basal es de aproximadamente 15 durante el día frente a los 14 durante la noche, pero esta cifra no es estática. Durante la noche el gasto energético alcanza sus picos máximos durante la fase REM.  Si ese día hemos hecho ejercicio, la tasa metabólica aumentará durante el sueño, ayudando a la perdida de grasa.

Por tanto, los hidratos de carbono se deben moderar para que no engorden, si se abusa engordaran lo mismo independientemente de la hora del día en que se consuman.

 

5. Las Agujetas

Durante muchos años se ha creído que el dolor producido por las agujetas era debido a la cristalización del ácido láctico y que esa cristalización era la responsable de que se produjera dolor a modo de punzadas como si nos pincharan con “agujas”. Estudios posteriores han desmentido esta teoría. Según la Real Academia Española las agujetas se definen como “Dolor muscular tras un esfuerzo no habitual e intenso”.

 

 

Autor: Aitor Telletxea, entrenador personal.
Fuente: mundoentrenamiento.com/mitos-en-el-deporte-y-en-la-nutricion/